martes, 5 de febrero de 2013

Retroanálisis: Half-Life

Se me ocurren pocos ejemplos mejores que este para inaugurar esta sección dedicada a las grandes obras del octavo arte del pasado siglo. Half-life es una de las leyendas de este mundillo, y una de las sagas que mayor huella ha dejado en las memorias de muchos jugadores.




En 1996, un trabajador de Microsoft decide dejar la empresa para fundar su propia corporación, dedicada exclusivamente al desarrollo de videojuegos. Se trataba de un orondo adinerado trabajador que había colaborado en proyectos como Windows NT y OS/2; de nombre Gabe y apellido Newell, Gaben para los amigos. Para su nueva aventura se llevó consigo a Mike Harrington, antiguo trabajdor de Dynamix y compañero de Newell en Microsoft, y así nació Valve Corporation.
El 19 de noviembre de 1998 sale a la venta su primer proyecto, Half-Life. Con la ayuda de Gearbox, y distribuido por Sierra, llega en exclusiva para PC (aunque posteriormente saldrían versiones para Play Station 2, Mac, Linux e incluso una no oficial de Dreamcast) un FPS desarrollado con el motor GoldSrc (una modificación del motor gráfico del famoso Quake). Llegó de tapado, sin hacer mucho ruido, pero pronto la crítica lo encumbró (96/100 en Metacritic) y más de 50 publicaciones lo nombraron "juego del año".
Las imágenes representan un concepto de Valve:
abre tus ojos, abre tu mente.
Half-Life nos pone en la piel de Gordon Freeman, un joven científico de 27 años especializado en física teórica que se dirige a su puesto de trabajo en el Sector C (materiales anómalos) en las instalaciones de investigación secreta de Black Mesa, en Nuevo México, una empresa que trabaja de forma clandestina en la invención de una tecnología de portales de teletransporte. Todo parece ser un día normal, hay que realizar una prueba con un nuevo material, un extraño artefacto cristalino. Pero los sucesos no ocurren según lo esperado, y se abre un portal interdimensional que conecta las instalaciones de Black Mesa con el planeta Xen. Extrañas criaturas aparecen, los científicos son atacados, el complejo subterráneo se derrumba. Nuestro objetivo: sobrevivir.
El macrocomplejo subterráneo de Black Mesa se encuentra
 bajo una montaña en algún lugar de Nuevo México.
Half-Life consigue crear así un mundo propio, lleno de misterios. Curiosamente hay muchas historias que no son geniales por lo que te cuentan, sino por lo que no te cuentan; y Half-Life es un buen ejemplo de ello. Quizás, si eres joven como yo y te adentraste en el mundillo durante la última década, te puede parecer que el argumento y la trama sean bastante simples, del montón incluso. Pero hay que tener en cuenta que hablamos de un juego del año 98, y que por aquel entonces nunca se había visto algo así, y menos en un shooter donde parece que lo único importante es matar (ejemplos de la época son Doom o Quake). Half-Life inventó una formar de contarnos la historia que ha evolucionado hasta lo que conocemos hoy como narrativa visual, y que tiene su máximo exponente en obras como Bioshock, donde se presciende de cinemáticas y es el propio juego quien nos narra la historia con sus escenarios, sus sonidos, sus gentes. También es especial el papel del protagonista, Gordon Freeman. Él no habla en ningún momento, porque nos quieren hacer creer que somos nosotros quien en realidad está allí. Valve busca que seamos nosotros los que sintamos que tenemos que luchar por nuestra vida, y no simplemente controlar a un personaje externo al que tenemos que salvar.
Durante el juego verás varias veces a este hombre.
Conocido como G-man, sigue siendo el gran misterio de la saga
.
La acción se divide en 18 capítulos más un epílogo. Cada uno nos propone una zona diferente de las instalaciones con un objetivo distinto. A lo largo del juego, pasaremos por multitud de escenarios donde básicamente harás tres cosas: matar, resolver puzzles y a veces un poco de plataformeo. Hay que decir que el desarrollo es totalmente lineal, pero eso no supone un punto negativo, pues la variedad de zonas y situaciones evitan el tedio que pudiera provocar la reiteración. Los puzzles son en general sencillos e intuitivos, no hará falta romperse la cabeza para resolverlos o utilizar una guía. En cuanto a lo demás, nos econtramos en un shooter típico de finales de los 90: sin regeneración de vida ni de protección, con capacidad ilimitada para llevar armas (que iremos encontrando conforme avancemos), buena cantidad de munición... Entre nuestras herramientas de combate tenemos la famosa palanca para los combates cuerpo a cuerpo, una pistola, una magnum, una escopeta, lanzamisiles o granadas entre otras. También encontramos armas especiales procedentes del mundo de Xen. Hacia el final tendremos que combatir contra comandos de humanos armados, los H.E.C.U (traducido, la unidad de combate en entornos peligrosos), fuerzas especiales enviadas por el gobierno con el objetivo de eliminar toda prueba o testigo del incidente. Este apartado sorprendió muy gratamente por la IA de estos soldados, que no se limitaban a dispararte cuando te veían sino que además eran capaces de acorralarte o esquivarte.
La palanca es uno de los iconos del juego.
En general, Half-Life como juego de acción funciona bastante bien y es entretenido, incluso hoy en día. Te va a dar muchas horas de diversión en las que no vas a poder parar de jugar. Porque ese es otro punto favorable (o no, según se vea). No sabes por qué, pero el juego te empuja siempre a continuar un poco más, a ver qué hay en la siguiente sala, a matar a un par de enemigos más. Es una experiencia que en mi caso fue muy adictiva, engancha de verdad. Y no se puede hablar de Half-Life y no mencionar sus mods multijugador. ¿Te suenan los nombres de Counter-Strike, Day of Defeat o Team Fortress? Estos tres, entre muchos otros, tienen en común su origen, ya que todos son modificaciones del Half-Life original, hechas por aficionados y autorizadas por Valve, y que se han convertido en franquicias propias de la compañía.

El apartado técnico es difícil de valorar habiendo transcurrido casi quince años. En beneficio de Valve hay que decir que fue un juego muy bien optimizado, que se podía jugar en casi cualquier PC. La modificación del motor de Quake funciona bien, aunque palidecía un poco en comparación con el Id Tech 3 que pronto usaría el Quake 3 o el Unreal Engine. Quizás haya pegas por alguna física, y sobre todo por algún que otro bug bastante molesto. El sonido no desmerece y también está a la altura. Desde el ruido característico de cada arma hasta la banda sonora, pasando por un doblaje que se podría calificar como bueno, aunque haya muchas voces que se repitan. De todas formas, una vez más hay que contextualizar para darnos cuenta de que no hubiera sido viable para Valve en su primer trabajo hacer gran hincapié en unos gráficos impresionantes que hubieran requerido un gran desembolso, y el riesgo que eso supone.
Otro problema son los skins de los
personajes, que se repiten demasiado.
Half-Life es una obra maestra atemporal. Uno de esos juegos que crearon escuela y sentaron las bases que aún hoy, en 2013, se siguen respetando. El caso que nos atañe hoy trata de una narrativa única, y de una profundidad y complejidad argumental nunca vista en un juego de acción. Además, tenemos la suerte de que el juego aún siga siendo divertido, a pesar de que hayan pasado catorce años desde su salida. Half-Life forma parte de la historia del videojuego, casi al nivel de The Legend of Zelda, Doom, Maniac Mansion, Resident Evil, Street Fighter II, Metal Gear Solid o Super Mario Bros. Todos estos títulos citados tienen algo en común, además de estar considerados entre los mejores de todos los tiempos, y es que crearon tendencia, o incluso un género. Cada uno, en su estilo, creó un modelo que imitaron la mayoría de juegos posteriores y que pocos supieron evolucionar, y lo mismo ha ocurrido con Half-Life. Supone, por tanto, una experiencia ineludible para todos los que se consideren aficionados a este arte, porque forma parte de lo que conocemos como videojuego moderno, y lo seguirá siendo en el futuro.

1 comentario:

  1. ¡Juegazo el Half Life!, los mejores serán los primeros 3 (Half-Life, Opposing Force y Blue-Shift).

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