domingo, 13 de enero de 2013

Consolas portátiles: un futuro incierto

Las consolas portátiles no pasan por su mejor momento. La nueva generación comandada por PS Vita y 3DS cumple ya un año (dos en caso de la consola de Nintendo), y de momento no hemos obtenido nada sustancioso, ni hay expectativas de ello. Con este panorama, resulta inevitable plantearse una pregunta.





Las consolas portátiles siempre han tenido un gran peso en la industria del videojuego. Históricamente, ha sido un mercado  monopolizado por Nintendo, y que en alguna ocasión llegó a sacar de un buen apuro a la compañía nipona (donde estaría ahora Nintendo sin Pokémon...). Un filón importante que atrajo la atención de otras grandes empresas, con éxitos dispares hasta la entrada definitiva de Sony con su PSP hará unos ocho años, que ya había demostrado ser muy capaz de competir con la gran N en cuanto a consolas se refiere. La jugada, dentro de lo que cabe, no les salió mal. No en vano han tenido a bien repetir con PS Vita. Pero este mercado ha evolucionado mucho en muy poco tiempo, y el modelo de negocio de juego portátil que conocíamos se ha transformado radicalmente. No hay más que observar la siguiente gráfica:



El cambio es evidente e inevitable. La irrupción en el mercado de las tabletas y los smartphones facilitan la adquisición de videojuegos por parte del público más generalista, y también abren nuevas experiencias al jugador más experimentado. Mayor comodidad, accesibilidad o mejor precio han facilitado la enorme subida de los juegos en plataformas no consideradas consolas, especialmente en iOS, en detrimento de las portátiles de toda la vida. Parece imposible ya que Sony o Nintendo puedan revertir el proceso. La clave está ahora en plantearse qué puede aportar una consola portátil a un jugador de toda la vida que tenga su iPhone o iPad con los que puede jugar además de hacer muchas otras cosas.

En este sentido, Nintendo nos ofrece una experiencia tridimensional. El futuro del ocio visual llega con adelanto en forma de un pequeño aparato. El problema es que se han producido muchos casos ya en la historia del videojuego en los que hemos visto que adelantarse con tecnologías poco desarrolladas no es sinónimo de triunfar, sino más bien de lo contrario (la propia Nintendo lo sabe, ¿verdad que sí Virtual Boy?).  No lo estoy comparando con la 3DS ni mucho menos, pero con ella nos hemos dado cuenta de que, de momento, los desarrolladores (salvo contadas excepciones) no saben aprovechar la tecnología 3D en un videojuego. Nintendo 3DS va a cumplir ya dos años en el mercado, y a pesar de ello los productos dignos que han salido se pueden contar con los dedos de una mano (sin tener en cuenta los "remakes").

El caso de PS Vita es aún más preocupante. Tras un año de su aparición, hemos visto apenas un par de títulos que aprovechen realmente su potencial. Y es que esa es la gran y única baza de la consola de Sony; su poderío técnico, pues parece más bien un dispositivo concebido con la idea de convertirse en una PS3 de bolsillo. Sus escasas ventas motivados seguramente por su paupérrimo catálogo, plagado de títulos multiplataformas y muy poco exclusivo de calidad, describen un panorama muy negro para la sucesora de PSP. Aún es pronto para aventurar su futuro, pero si no quiere ser un rotundo fracaso debe empezar ya a remontar el vuelo.

La industria del juego portátil es ahora mucho más heterogénea que hace tan sólo unos cuatro años. A esta diversidad de plataformas se une ahora Nvidia con su Project Shield. Se trata de un dispositivo portátil con Android que tiene también la capacidad de hacer streaming con un PC. Esto permitiría jugar a cualquier juego de tu biblioteca de Steam en tu portátil (una especie de Wii U para tu ordenador), o disfrutar del amplio catálogo de Google Play. No cabe la menor duda de que es un proyecto muy interesante, y sobre todo que ofrece muchas posibilidades, pero sus características de hardware indican que no va a ser nada barato. Además, Nvidia ya ha confirmado que no tiene intención de perder dinero con este producto, así que posiblemente sea muy arriesgado comprarlo de salida (a no ser que te sobre el dinero, claro).


Las consolas portátiles están pasando por una época convulsa. Con la evolución tecnológica y de lo hábitos de consumo, las portátiles, tal y como las conocemos, están destinadas a dejar de existir más pronto que tarde, y puede que no en mucho tiempo, este proceso afecte también a sus hermanas mayores.

No hay comentarios:

Publicar un comentario