sábado, 5 de enero de 2013

Análisis Far Cry 3

Tras unas merecidas vacaciones vuelve Loading con el análisis de uno de los juegos más esperados y destacados del ya pasado 2012. Llega el momento de enfrentarte a tu locura con Far Cry 3.






Far Cry nació como una demo técnica de Crytek para mostrar la potencia de su nuevo y flamante motor, el CryENGINE. En 2004 fue lanzado por Ubisoft en PC, y posteriormente salió para Xbox, PS3 y XBOX360. Desde entonces, Ubisoft se hizo cargo del desarrollo, sacando Far Cry 2 en 2008, y este Far Cry 3 en noviembre de 2012. Pese a todo, la compañía ha mantenido las señas de identidad propias del primer título, una fórmula que consta de un máximo cuidado en el tema gráfico y la jugabilidad de un FPS con total libertad.

Con la jefa de los Rakyat es fácil
dejarse llevar por la locura.
Esta vez dejamos atrás la región africana de Far Cry 2 para adentrarnos en un archipiélago de islas tropicales, presumiblemente entre el Pacífico y el Índico. Allí tiene lugar una reunión de siete amigos con la intención de divertirse y pasar unas buenas vacaciones. Pero pronto, el idilio se convierte en una pesadilla cuando son secuestrados por un grupo de piratas dirigidos por un tal Vaas (el tipo de la cresta que tanto hemos visto en tráilers e imágenes). Conseguimos escapar milagrosamente de nuestro cautiverio gracias a la pericia de nuestro hermano, que es asesinado en el intento. Jason Brody, el protagonista, deberá ahora rescatar a sus amigos con la ayuda de los indígenas de la isla, y la tribu de los Rakyat. Un pobre chico de vacaciones que nunca ha empuñado un arma y que ahora se ve obligado a luchar contra una banda de piratas. Lentamente, el terror se va transformando en rabia, y el deseo de huir, en ansias de venganza. ¿Serás capaz de resistir a la locura? Esa es la premisa principal del argumento, y en mi opinión está bastante bien llevada. La historia es algo secundario, pero aquí no está de más, y nos ofrecerá momentos de todo tipo a lo largo del juego. La trama principal ofrece al jugador una considerable duración, y una buena multitud de escenas y situaciones que aseguran la variedad y evitan el tedio y la reiteración. Sin duda se ha trabajado mucho en este aspecto, y eso se agradece.

Hay tres árboles de habilidades: la garza (combate),
el tiburón (asalto y salud) y la araña (supervivencia).
La gran baza de este Far Cry 3 está en las opciones que ofrece a la hora de jugar. Nos encontramos en una isla tropical, poblada de todo tipo de animales y hombres, donde debemos evolucionar nuestras habilidades y objetos para transformarnos en el soldado perfecto. Las zonas están divididas en sectores en poder de los piratas. Cada una de ellas posee una torre de control, la cual debemos escalar (al más puro estilo Assassin´s Creed) para poder ver el mapa de esa zona. Además, también hay dos o tres puestos de destacamento vigilados por un grupo de enemigos, que se conquista eliminando a todos ellos. Una vez en nuestro poder, el ratio de piratas disminuirá en ese sector, y además supondrá un punto de viaje rápido donde podremos encontrar misiones secundarias. Por último tenemos los pequeños poblados de los habitantes de las islas para poder comprar o realizar otras actividades como jugar al póquer, tiro con arco, dardos... La exploración se completa con la recogida de ítems dispersos por todo el mapeado: 120 reliquias, 20 cartas y miles de cofres con tesoros para vender; pueden estar a simple vista, escondidos bajo el mar o en cuevas. Para recorrer largas distancias, se pone a nuestra disposición vehículos muy variados, que van desde simples coches a un ala delta, pasando por una lancha motora o un quad. A estos medios de transporte se les ha ajustado un sistema de control simple, pero que a mi juicio funciona bastante bien; eso sí, para hacerte con ello tendrás que destrozar un par de ellos.
Far Cry 3 es un FPS difícil de catalogar. Podríamos decir que tiene lo mejor de la vieja escuela, como la ausencia de regeneración de vida, pero adaptado a los tiempos modernos, con elementos como la limitación de cuatro armas. Tiene un fuerte componente rolero, dividido en dos apartados: el equipo y las habilidades de Jason. El primero es todo lo referido a los objetos que llevamos: armas, capacidad para llevar munición, objetos, dinero, jeringuillas... Las mejoras se obtienen mediante la caza de animales de lo más variado (tiburones, tigres, perros, cerdos, cabras...). El otro componente orgánico del juego son las plantas, de cinco tipos (verdes, rojas, amarillas, blancas y azules), que sirven para crear jeringuillas con múltiples funciones (regenerar vida, obtener inmunidad, mejorar la visión, incrementar la capacidad pulmonar...). 
Podemos conquistar una zona mediante
francotirador, sigilo o entrando a lo bruto.
Las habilidades se mejoran con puntos de experiencia que se adquieren en combate (nos darán más por acertar en la cabeza, o liberar puestos de vigilancia enemigos sin que nos descubran), al terminar misiones o al recoger reliquias y cartas. En total tenemos tres árboles de habilidades que iremos desbloqueando al avanzar en la trama principal y al cumplir ciertos requisitos que nos exigen algunas. Para concluir este apartado jugable de forma general es necesario mencionar su punto más débil, las misiones secundarias. Sólo hay cuatro tipos que se repiten continuamente a lo largo del juego: las de caza, en las que básicamente hay que cazar un grupo de animales o un animal único (cuya piel nos dará la versión final de uno de nuestros equipos) con un arma asignada. Luego están las típicas misiones de recadero, en las que nos relacionamos con la gente de las aldeas para satisfacer sus problemas. En tercer lugar están las de conducción, de llevar un pedido en un tiempo límite (para mi las más divertidas, quizás porque son también las más cortas). Por último, las peores: aquellas en las que debemos asesinar a un jefe pirata (siempre mediante una eliminación de cuchillo) que está custodiado por otros soldados en una base. Esta última parte empaña un poco el gran trabajo que hay detrás de Far Cry 3, por el simple hecho de que las misiones secundarias no tienen ningún interés más allá de conseguir dinero y experiencia y, si te gusta explorar como a mi, llegará un momento en que no te hagan falta para nada porque tu cartera estará repleta  de dólares y ya habrás aprendido todas las habilidades posibles. En mi experiencia, ese ha sido el gran lastre del título, porque una vez terminada la trama principal, si ya tienes todas las mejoras y armas, no encuentras ningún sentido para continuar con el juego, aunque aún te quede mucho mapa por explorar (me falta una cuarta parte todavía); y hacer todo eso no lleva mucho más de veinte horas. Ojo, el juego es largo para ser un FPS, pero por estos errores se hace más corto de lo que podría llegar a ser.

No hace falta decir nada más.
Volvemos para finalizar con uno de los pilares de la franquicia Far Cry. Esta tercera entrega luce de forma espectacular (jugado en PC). Una isla entera para explorar sin impedimentos, cubierta de vegetación y fauna muy variada y pintoresca, con zonas de agua, ríos, mares, montañas... Unos efectos de luces increíbles, con transiciones entre la noche y el día (en tiempo real) como nunca antes se habían visto. Todo está ahí para el deleite del jugador. Es sin duda lo más notable a nivel gráfico que hemos visto este 2012, aunque es inevitable que salga perdiendo en la comparación con otro juego selvático (hola Crytek). Las físicas no son las que vimos en Crysis, así que cuando vayas a disparar a un árbol no esperes que este se rompa o que las hojas se muevan. El acabado es casi perfecto, sólo desentona un poco el diseño y los rasgos faciales de algunos personajes. Sonoramente el juego también da el do de pecho con sus efectos y algunos temas musicales. Nada más que decir en este apartado, simplemente genial, como ya era de esperar.

Creo que está todo dicho. Far Cry 3 es un nuevo camino dentro de los FPS, radicalmente distinto a lo que estamos acostumbrados con franquicias como Call of Duty o Battlefield. Este estilo está llamado a ser el futuro de los shooter y, si así llega a ser, Far Cry no está haciendo más que marcar la pauta de forma precisa. Yo ya he dicho que no soy gran fan de este género, y a pesar de todo Far Cry 3 ha conseguido tenerme enganchado como hacía tiempo no me pasaba con un juego. Disfruta perdiéndote por esa selva, matando piratas y animales, nadando, volando. Déjate llevar por la locura. La locura de vivir en un isla enterita para ti, encerrada en la pantalla de tu monitor o tu televisión.

Mi nota: 86/100

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